AL GOBIERNO Y LAS AUTORIDADES: PROPUESTAS URGENTES ANTE LA CRISIS

Ecuatorianos, vivimos momentos muy duros en los que se requiere toda la lucidez, serenidad, compromiso, valentía y liderazgo, tan ausentes estos días.

Estamos claros que no es una crisis sanitaria generada internamente, sin embargo, no es menos cierto que se la dejó crecer irresponsablemente.

No cabe ahora enumerar errores, pero sí hay hechos que no podemos soslayar: Pagar 320 millones de un tramo de la deuda para luego apelar a la consabida beneficencia o rogar por un nuevo préstamo, es irracional. La emergencia es ahora. ¡La gente se nos muere ahora! Es ahora que hacen falta esos recursos.

La pandemia se venía venir y no nos preparamos; no nos miramos en el espejo de los países europeos y eso es irresponsable por decir lo menos.

Bienvenida sea la generosidad de la gente, pero es el Estado quien tiene la obligación, los recursos y la capacidad para de forma institucionalizada generar acciones para enfrentar la emergencia. Los derechos ciudadanos no se mendigan, se exigen.

Pareciera que en el país ciertas autoridades fueron las más disciplinadas ante la emergencia, pues se lavaron las manos y muy bien, y dejaron a los ciudadanos abandonados a su suerte y en particular en nuestro querido Guayas y Guayaquil.

La situación es muy grave, ya habrá tiempo para que las autoridades respondan por sus negligencias, omisiones e incluso mentiras; ahora nos toca aportar con ideas y soluciones para que las autoridades puedan sobrellevar la ya compleja situación.

Las prioridades son claras, y sí hay recursos disponibles, solo se requiere voluntad política y liderazgo, insisto.

Aquí algunas alternativas:

1. Procurar mantener la mayor cantidad de divisas en el país para proteger la dolarización.
2. Suspensión inmediata del pago de la deuda pública, que generará recursos inmediatos por alrededor de $7500 MM.
3. Imposición de una tasa del 5% de contribución especial sobre el patrimonio a la banca privada, lo que generará 250 MM.
4. Contribución especial de 5% sobre los montos con que se beneficiaron las empresas en el proceso de remisión de deudas e intereses. Eso nos dará 200 MM.
5. Ejercer coactiva de las deudas en firme impugnadas al SRI, a aquellas empresas que ya se beneficiaron de la última remisión, 1.465 MM más.
6. Racionalización del gasto público. Suspensión de actividades prescindibles como el Censo; adquisición de equipos y suministros bélicos 100 MM.

Solo en esos rubros obtendríamos más de 9.500 millones de dólares, cifra que permitiría afrontar de mejor manera la crisis sanitaria y económica. De esta forma podremos minimizar el dolor y desesperación de tantas familias.

¿Y cómo se deben asignar estos recursos?

Primero, claro, al sector salud:

-Adquiriendo de forma urgente la mayor cantidad de pruebas para, en un organizado y serio sistema de despistaje, se pueda detectar a las personas contagiadas y detener la proliferación del virus, evitando nuevos contagios.

-Establecer un correcto sistema de seguimiento a los contagiados y el círculo de sospecha, para ejercer un control dedicado y con cercano apoyo a quienes permanecen enfermos en casa. El éxito es que ellos no empeoren, y más bien se curen.

-Adquirir equipos de seguridad, para tratamientos, respiradores, medicinas, camas, vituallas, insumos de desinfección, adecuaciones especiales, contratación de nuevos médicos y auxiliares, a fin de dar todo el soporte a los profesionales de la salud y a las personas que por su gravedad están hospitalizadas.

En segundo lugar, la prioridad es la economía de nuestros ciudadanos y la economía nacional. Porque durante esta batalla debemos sostenernos para luego levantarnos todos.

-Para ello, es imprescindible dotar de recursos a la Banca Pública para otorgar créditos de capital de trabajo, a 2 años plazo, con el 5% de interés, para que las empresas puedan cubrir el 50% de los sueldos de sus empleados por 6 meses.
El patrono se responsabilizará del otro 50%; de esa manera preservamos el empleo y mantenemos el aparato productivo, comercial y de servicio funcionando.

-La banca pública debe adaptar sus sistemas para implementar el factoring, a fin de otorgar préstamos de liquidez a las empresas garantizados en las facturas por cobrar.

-El Estado debe dar todo su apoyo y protección al sector productivo, industrial, agrícola y agroindustrial para que siga activo, generando bienes para la alimentación y salud; así como los servicios públicos de agua, comunicación y energía funcionando.
Debe proporcionarles todo el apoyo para la protección de su salud, inocuidad en el manejo de los alimentos y seguridad en la logística y distribución.
Parte importante de la fuerza pública debe enfocarse en esta vital tarea.

-Atender a los sectores más vulnerables: a los millones de personas subempleadas, desempleadas, a quienes reciben el bono y a quienes se ven impedidos de trabajar, a ellos se debe dar una transferencia directa mientras dure la emergencia.

Ecuatorianos, como ven, hay alternativas.
Exijamos al gobierno que actúe con seriedad y celeridad, no tenemos tiempo que perder: nuestra vida, la de nuestros padres, abuelos, la de nuestros hijos, están en grave riesgo; al igual que la economía de nuestra Patria.

¡Piensa Ecuador!